Truenos... rayos... terremotos... ¡Big Bang! Hace unos días una noticia sacudió las vidas de las miles de personas que están esperando ansiosos la nueva película de La Bella y la Bestia. La noticia, parida a partir de unos comentarios hechos por el mismo director de la película (y confirmada por críticos que ya han visto el filme), gira en torno a la sexualidad de uno de los personajes del clásico filme: LeFou. Y si bien muchos aplaudieron la inclusión del primer personaje abiertamente homosexual en una película de Disney, muchos otros han empezado a sacar las antorchas.
Estas son las declaraciones:
"LeFou es alguien que un día quiere ser Gaston y al otro día quiere besar a Gaston. Está confundido acerca de lo que realmente quiere. Es alguien que recién esta dándose cuenta de que tiene estos sentimientos. Y Josh [Gad] saca algo realmente sutil y delicioso de ello. Y por eso tiene que tener alguna forma de retribución al final, la cual no voy a soltar ahora".
Pero olvidémonos de nosotros y pensemos en los niños (que irónicamente es lo que dicen los conservadores). ¿Saben cuanto significaría para un niño homosexual ver a alguien como él en una película de Disney? Un niño al cual molestan, agreden, violentan e insultan, un niño que es como es, y que se siente feliz de ser como es pese a que la sociedad le dice: "te respeto... pero estás mal".
Es por eso que necesitamos un personaje iconico abiertamente homosexual, porque un personaje que es gay en una película donde la audiencia ni se entera, no envía un mensaje directo, más bien demuestra que estas cosas deben esconderse.
Es por eso que necesitamos un personaje iconico abiertamente homosexual, porque un personaje que es gay en una película donde la audiencia ni se entera, no envía un mensaje directo, más bien demuestra que estas cosas deben esconderse.
El hecho de que Disney haya tenido los cojones de hacer esto, es de aplaudirse. La homosexualidad es una realidad de la cual no podemos huir, está presente en nuestro entorno y es parte del mundo en el cual vivimos. Las películas, por más fantásticas que sean, tienen que -en el centro de todo- reflejar dicha sociedad, y más que eso, los valores necesarios para afrontarla. Claro, Disney puede hacer esto porque es Disney, porque sabe que pase lo que pase nadie va a tumbarselo y porque sabe que la película que han elegido es nada más y nada menos que La Bella y la Bestia, así que taquilla va a haber, y de sobra.
"Pero LeFou no es homosexual en la película original"
¿Y?... digo, no es que el personaje haya sido todo lo complejo en la película animada.
"Pero piensa en los niños... ¿porque exponerlos a tanta aberración?"
Porque, primero: no es una aberración, y porque segundo: es parte de la sociedad en la que viven. Tu hijo no se va a volver homosexual porque LeFou este enamorado de Gaston. Por el amor de dios. La homosexualidad no se enseña. Yo he crecido viendo Lady Oscar y soy heterosexual. Váyanse a la mierda.
Para terminar: Lo siento si este post ha sonado más serio que la mayoría de post en este blog, pero creo que este es un tema que debe ser tocado y difundido sin susurrar, hablando fuerte. Lo digo por esto y por el entorno que vive mi país en estos momentos (Perú) gracias a una lucha entre grupos conservadores y el gobierno por aprobar una curricula que "implementa la ideología de genero" (supuestamente).
Pero bueno, eso es refresco de otro menú.
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