jueves, 24 de junio de 2021

KND, Los chicos del barrio: el viaje animado de Operación R.E.P.O.R.T.E



María Victoria Rivas Kanelos (@animari.reviews).

Yo creo que todos los que fuimos niños a inicios de los 2000's recordamos esta divertidísima serie con el cariño que se merece. Al menos en mi caso, la historia de estos cinco agentes infantiles que luchan incansablemente en contra de la tiranía adulta fue mi favorita cuando tenía diez años. Hoy en día vuelvo a verla y no dejo de sorprenderme con sus sutilezas, creatividad, y alguno que otro capítulo que se sale de lo común. De uno de esos capítulos, más experimentales si cabe, vengo a hablarles en esta ocasión.

Se trata de Operación: R.E.P.O.R.T.E., una joya de episodio que corresponde al reporte de misión de nuestros protagonistas, misión en la que se enfrentaron a uno de los villanos más frecuentes de la serie: Los Chicos de la Otra Cuadra, cinco niños "educados y encantadores" que se mueven igual, se visten de forma similar y hablan al mismo tiempo. A lo largo de cinco segmentos, cada uno con un diferente estilo de animación, los chicos van exponiendo por turnos su versión de lo que sucedió (es el clásico "cada uno hace su parte del trabajo y después lo unimos"). El resultado es, por supuesto, caótico, pero lo interesante no sólo es como cada estilo toma referencias de varias series o períodos relevantes dentro de la historia de la animación, sino como cada uno también dice algo de las personalidades de cada uno de nuestros personajes principales. Vamos revisando por orden cada uno de estos segmentos, les aseguro que se van a topar con varias sorpresas.

Número Uno: Animación por computadora.

El capítulo comienza con la versión de Número Uno. En este segmento no tenemos mucho diálogo pero, como podrán notar en las imágenes, la estética emula el simple diseño de los videojuegos de ese entonces (consideremos que fue estrenado en 2003).



Siendo un personaje que se toma muy en serio su trabajo y su rol como líder, tiene sentido que se decidiera optar por una técnica computarizada. Al igual que las computadoras, Uno es muy eficiente en su trabajo incluso si no consigue su objetivo final. El espacio negro y vacío solo deja lugar a los colores de las líneas que componen este recinto, los obstáculos y la caja (un elemento que servirá de unión para todos los segmentos del capítulo). Este esquema tan matemático y geométrico no permite distracciones. Uno tiene la vista fija en su objetivo, solo puede prestarle atención a aquellas cosas que le impiden llegar a este y a los colores que indican qué es lo que puede o no hacer (avanzar, esperar, huir, retroceder). Al fracasar ni siquiera puede ver a los villanos: su presencia está dada por las voces, que es todo lo que tiene que escuchar para saber que no cumplió su objetivo, así que decide jugar su última carta: pedir ayuda.




Número Dos: Cómics y animación detenida.

Aquí damos paso al segmento de Número Dos. Notaremos enseguida que hay un radical cambio de estilo, pues pasamos del 3D a una estética de cómics con varias referencias a Superman.

Aquí hay preocupación en dejar en claro la ilusión de estar leyendo un cómic. Por un lado, los movimientos de los personajes se mantendrán mucho más estáticos y, por el otro, los fondos tienen una paleta de colores más suave que la utilizada para los personajes que interactúan entre sí, además de estar decorada con una serie de puntos refiriendo a la impresión en papel. Cada escena está delimitada en un cuadrado que emula las viñetas y, al momento de cambiar de escenario, la cámara se mueve a su vez como si se tratara del ojo de un lector.




A diferencia del segmento anterior en el que todo se centra en conseguir la caja, aquí nuestro protagonista se muestra más interesado en alardear de su figura viéndose como un defensor de los inocentes y el crimen. La decisión de poner a Número Uno con su apariencia de niño mientras Dos tiene la de un hombre adulto remarca la figura protectora digna de admiración que busca proyectar. Se trata de un niño que sueña con personificar a estas figuras modelo que son los superhéroes.

Por otro lado, tanto en diseño como en limitaciones en cuanto a movimiento, este segmento también recuerda a la animación detenida de las series de Marvel en los años 60's. Estas series contaban con una producción bastante precaria. Básicamente tomaban las mismas imágenes de las historietas y las animaban para brindar la ilusión de movimiento (algo similar al "motion-comic", solo que en formato serializado). ¿Algo rebuscado? Puede ser. Pero vale la pena tener en cuenta este referente no menor al momento de hablar este tipo de series.


La segunda imagen corresponde a un frame del capítulo "The Mandarin's Revenge" (1966).


Finalmente, Dos es derrotado por los villanos y la Caja vuela por los aires. Aquí ya son representados con trajes extravagantes similares a varios villanos extraterrestres de este tipo de historias. Esto tendría sentido si consideramos las referencias a Superman, el héroe extraterrestre por excelencia, pero también si tenemos en cuenta la perspectiva de nuestro protagonista. El los ve como los villanos, pero por sus características de niños educados completamente alejados de lo que representa su causa (la emancipación de los adultos), tiene sentido que los vea como seres externos a su mundo.

Número Tres: Animación preescolar.

Pasamos, entonces, al segmento de Número Tres. En este caso tanto el estilo visual como la canción que acompaña esta parte denotan un aire infantil que roza lo preescolar. Si bien este segmento no hace referencia a una serie en particular, lo cierto es que varias animaciones dirigidas a niños pequeños suelen emplear este estilo (pienso en "Stickin' Around" de 1996, o ejemplos más actuales como "Charlie y Lola" de 2005 o "Petit la serie" de 2018. Los dos últimos, si bien no pudieron inspirar este episodio, sí pueden dar cuenta de que se trata de un estilo común en ese tipo de caricaturas).


A la izquierda: Stickin' Around (1996). Nótese el simple diseño del personaje y la coloración que se sale descuidadamente de los márgenes, imitando los dibujos infantiles. A la derecha: Charlie y Lola (2005), un ejemplo más reciente de este estilo desprolijo, buscando imitar la libertad de color que no necesariamente queda dentro de las líneas. Serie dirigida a público preescolar (aunque pueden ser disfrutadas por adultos, es bastante buena).

La personificación de nuestra protagonista es un dibujo geométrico, simple y desprolijo de ella misma, aunque conservando ciertos rasgos propios de su diseño original. Los fondos y demás personajes mantendrán estas características: Simples, desprolijos, sin preocuparse de mantener el color dentro de las líneas demarcadas.




En esta parte la caja, más que ser un objeto que recuperar o defender, se convierte en un personaje más de la historia llamada "Cajita" y presentada como la mejor amiga de Tres, para dar paso a una pegajosa canción (cuyos ritmos no dejan de recordarme las canciones de los programas educativos del canal Discovery Kids a inicios de los 2000). Los movimientos son suaves siguiendo los compases de la canción. Los fondos se mantienen estáticos, pero las líneas y colores de los personajes se mueven constantemente. Los diseños y coloración se salen descuidadamente de los márgenes, imitando los dibujos infantiles a los que hacen referencia.




Solo con este fragmento nos queda clara la personalidad de Tres: Alegre, inocente e ingenua. En lugar de ver a Cajita como una responsabilidad la ve como una oportunidad para divertirse jugando, creándose una gran historia con ella hasta que, al aburrirse, se la pasa a los villanos sin mayor cavilación. Respecto a estos últimos, si bien son representados como un monstruoso pulpo de cinco cabezas y una sola boca, Tres no parece tenerles miedo. Su aspecto solo sería una manifestación de la amenaza exterior que para ella representan, aunque en el interior los vea como cualquier otro ser potencialmente amigable.

Número Cuatro: Anime.

Después de entregarles a Cajita, Tres finaliza su parte y da paso al segmento de Número Cuatro. Aquí me voy a detener un poco más, porque de las cinco partes en las que se compone este episodio esta es, probablemente, la que más ha dado que hablar debido a que toda su secuencia toma una sola referencia como base: La reconocida serie de anime Dragon Ball Z (1989).

En primer lugar tenemos a Número Cuatro, con un diseño que a todas luces es el del personaje principal Gokú (de hecho, Cuatro se presenta ante sus enemigos con el nombre de "Gokú-Cuatro").


Comparación entre el diseño original de Cuatro en la serie, el rediseño que realizaron para su parte del episodio, y una imagen de Gokú (protagonista de Dragon Ball Z) en su versión Super Sayayin para señalar las notorias equivalencias.

En el caso de Los Chicos de la Otra Cuadra su inspiración también es evidente. En este caso tenemos una referencia a Freezer, uno de los villanos más icónicos de la franquicia de Dragon Ball. Este personaje ha cambiado de forma en varias ocasiones, poder que también es referenciado en este corto segmento en la breve batalla final.


Rediseño de Los Chicos de la Otra Cuadra comparados con el villano Freezer.

La acción, al igual que en el caso del anime al cual referencia, no está marcada tanto por la fluidez de los movimientos sino por el uso de colores estridentes entre fotogramas, colores estridentes y el movimiento de la cámara. La animación se mantiene más bien estática, con varios close-ups a los rostros de los personajes para señalar emociones de sorpresa e intimidación. Esta técnica recuerda la animación detenida propia de los animes de los 80's. Al no haber tanto presupuesto se las debían arreglar con otros códigos para dar la misma ilusión de acción, cosa que, en este caso, lograron y se manifiesta muy bien en este segmento.


Las referencias en este segmento están a la orden del día. Aquí tenemos el “Ataque con súper goma”, una clara alusión al “Kame Hame Ha” realizado en Dragon Ball

Las elaboradas transformaciones antes de entrar en batalla, los close-ups a los rostros para remarcar el asombro y las peleas con colores estridentes que parpadean generando un efecto óptico, son algunas de las características del shonen.

La referencia a este anime de aventuras y mucha (MUCHA) acción se corresponde a la perfección con la personalidad impulsiva de Cuatro. Es un niño al que le gusta mostrarse rudo, buscar peleas y meterse en aprietos. Estas características se reflejan en su entrada, en no dudar al momento de pelear. A diferencia de Dos que habla bastante antes de entrar en acción, Cuatro demuestra mayor confianza en sí mismo incluso si tiene las de perder: No le interesa dialogar sino entrar a la pelea lo antes posible. Incluso al final, al ser derrotado, es capaz de reconocer que ha fallado pero que no será la última vez que los enfrente, manifestando su orgullo herido ante esa derrota.

Dragon Ball Z no es el único anime de acción reconocido en el mundo occidental, pero sí uno de los más icónicos, sobre todo en lo que respecta a batallas. Sumado a esto, la apariencia extraterrestre de villanos también puede ser interpretada como una forma de ver a estos niños como seres de otro mundo que deben ser derrotados (muy similar a la forma en la que los ve Número Dos).

Número Cinco: UPA.

Finalmente, y con la caja volando por los aires, pasamos al último segmento: el de Número Cinco. Desde el rediseño de Cinco hasta los fondos notaremos que hay una marcada referencia a UPA (United Productions of America), productora norteamericana con una avasalladora influencia en la animación durante la década de los 60's e incluso hasta nuestros días. En muchos de sus trabajos, UPA hizo uso de la abstracción para explorar las posibilidades del medio, en definitiva, no limitarse con presentar diseños detallados sino revisar alternativas en las que los colores, formas simples o geometría de los diseños sirviera de complemento a la historia. También tendremos algunas referencias al trabajo de Mo Willems (quien además es co-escritor de este episodio), concretamente a su serie The Off-Beats (1996) la cual, a su vez, toma a UPA como referencia estilística.




En este caso tenemos una persecución bastante creativa. Tenemos un fondo completamente plano que va variando de color al ritmo de una música jazz que acompañará todo el segmento. No hay nada que limite a estos personajes por lo que las transiciones se darán a partir del color de los fondos y de acuerdo a la música, realizando un interesante juego cromático: Tendremos cambios de colores cuando hay sonidos demasiado estridentes, los cuales se dan cuando sucede algo que sobresalta o enfurece a los personajes.


La primera imagen corresponde a un frame del capítulo de The Off-Beats "Your Shoes Are Untied". La segunda, Los de la Otra Cuadra demandando la caja.

Respecto al diseño de los villanos, su representación podría caber en lo monstruoso pero creo más adecuado considerarlos una simplificación. Al ser cinco niños que siempre hacen lo mismo, en un segmento como este tendría sentido hacerlos como un solo ser con cinco cabezas, dos manos y muchas piernas. No es una representación tan monstruosa como la de Tres, sino más bien abstracta. Mantiene, eso sí, la visión de que se trataría de un solo ente pensante, y por lo mismo solo comparten un cuerpo. Otra cosa a rescatar respecto a su personificación es que, a diferencia de sus compañeros varones que ven a estos villanos como seres potencialmente peligrosos a quienes deben superar, Cinco parece verlos como antagonistas que suponen más molestia que amenaza. De hecho, no duda en burlarse de ellos constantemente mientras dura su versión de la historia.

Consideremos la personalidad de la protagonista de este segmento. Es la más seria y madura de su equipo, pero al mismo tiempo aprecia su tiempo libre por lo que gusta de divertirse. Este estilo desenvuelto le viene bien a su personalidad más relajada. Asimismo, demuestra tener mayor confianza en sí misma que sus compañeros. Mientras Uno, Dos y Cuatro necesitan manifestar verbalmente que pueden superar a sus rivales (y fracasan), Cinco no necesita decir nada: lo hace. Es plenamente consciente de que es más inteligente que los villanos, por lo mismo, aunque la persiguen, no suponen una amenaza para ella. Finalmente Cinco les entrega por voluntad propia la caja al darse cuenta de que contiene anchoas. Al parecer, todo este tiempo estuvieron tratando de recuperar una caja que no les pertenecía a ellos... sino que a los villanos.

Final.

Con este cierre de los segmentos con diferente estilo volvemos a la estética habitual de la serie para dar lugar a la revelación de la misión fallida: Ir por una pizza para el cuartel general. Todo el episodio no fue más que un relato sumamente exagerado para justificar que fallaron en una tarea bastante sencilla. Es un plot-twist divertido que nos deja en claro que estos agentes, por muy capaces que crean ser, no dejan de ser niños con una imaginación desbordante.

"KND: Los chicos del barrio" es un programa de acción y aventura que enaltece la creatividad que todos hemos tenido en la infancia. Sin embargo, su centro nunca estuvo en la historia como tal, sino en la estrecha amistad que une a los agentes que a lo largo de este artículo pudimos (re)conocer. Ellos no pueden ser más diferentes entre sí, tanto a nivel físico y étnico como en intereses y personalidad, pero se unen por un objetivo en común. Todos aprecian sus diferencias, las ven como una ventaja que les permite enfrentar las adversidades. Creo que es una lección aplicable a cualquier período de vida.

Aunque este capítulo se salga de la norma habitual de la serie, lo cierto es que logra cumplir su objetivo: Es un viaje audiovisual que aprovecha de las herramientas de su medio para crear una historia alocada, con sentido, que nos perfila a la perfección a nuestros protagonistas a la vez que nos presenta cinco de los estilos que han marcado la historia de la animación a lo largo de todas estas décadas. Es un homenaje a estos estilos, pero también los es a los agentes Uno, Dos, Tres, Cuatro y Cinco. Toda serie requiere personajes memorables, y eso es algo que KND cumple con creces.


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2 comentarios:

  1. Algo similar ocurre en operación MOSCA dónde la música es algo digno de destacar (no hay nesesidad de diálogo por eso mismo). En base es la misma melodía, pero cada vez que pasamos de un personaje a otro esta cambia para adaptarse a la personalidad de cada agente.
    Un gusto leerte, saludos

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