domingo, 8 de noviembre de 2020

El Planeta del Tesoro: ¿Fue Disney el responsable de su fracaso?


Hace algunos meses, en la nota que publiqué sobre el fracaso de Atlantis (que puedes leer aquí) mencioné que había otra fascinante historia que debía contarles en algún momento, una sobre una película animada que, al igual que Atlantis, había nacido de la pasión de sus realizadores, tan solo para ser asesinada en la taquilla, atrapada en un periodo de transición entre lo tradicional y lo computarizado. Esa película es El Planeta del Tesoro, un proyecto que sus directores habían perseguido durante más de diez años, hasta que finalmente su historial de éxitos consiguió que Disney les diera luz verde. Pero años después, cuando la cinta estuvo lista para ser estrenada luego de un prolongado proceso de producción, la industria ya estaba cambiando de dirección, y por ende, a tan solo meses del estreno, casi parecía que el fracaso de la película había sido decidido de antemano. Pero, ¿por qué un estudio sabotearía su propia película? ¿fue realmente eso lo que pasó? agárrate bien, porque eso es precisamente lo que vamos a discutir el día de hoy.

Los directores Ron Clements y John Musker son dos de los grandes genios de la casa del ratón, y la dupla responsable de algunos de los clásicos más clásicos del estudio. En sus humildes inicios, ambos trabajaron en la animación de El Zorro y el Sabueso, y posteriormente formaron parte del equipo de guionistas que desarrollaron la historia de El Caldero Mágico, uno de los primeros fracasos de Disney (de 44 millones de dólares, solo recaudo 21). Como consecuencia, el ya golpeado departamento de animación, se encontró al borde del cierre total (es en esta era gris que Don Bluth deja el estudio, otra fascinante historia, para otro fascinante día). En este frágil contexto, Ron Clements y John Musker van directamente al CEO de la compañía, el infame Michael Eisner, y le proponen realizar El Planeta del Tesoro. Eisner se niega, y decide aprobar otro de los proyectos del dúo: La Sirenita. Luego, la pareja de directores se acerca de nuevo con la misma idea, pero nada, así que se van a dirigir Aladdin, ¿y qué creen? luego de Aladdin van a preguntar de nuevo y... nada, una vez más. Eventualmente convencieron a Roy E. Disney de que los apoye, y con él de su lado, lograron renegociar su contrato para que Eisner y su subordinado, Jeffrey Katzenberg (presidente de la compañía) les permitieran hacer El Planeta del Tesoro con la condición de dirigir una película más: Hércules. Esta última cinta no fue necesariamente un hit, pero Karzenberg tenía palabra (y un contrato de por medio) así que el dúo pudo lanzarse a cumplir su sueño.



Una de la ventajas de haber sido pospuesta tantas veces, fue que los directores pudieron contar con tecnología que les permitió ejecutar su visión de manera plena, ya que parte de su propuesta inicial consistía en poder mover la cámara por los espacios libremente como cualquier director de cintas live-action, algo que consiguieron a un alto precio (literalmente). La razón principal del elevado costo de la película fue el excesivo uso de "Deep Canvas", una tecnología que permitía mezclar escenarios computarizados con personajes animados de forma tradicional. Esta tecnología se usó en Tarzan, por ejemplo, con resultados magníficos en escenas clave, pero en El Planeta del Tesoro había que hacer más, mucho más (casi toda la cinta). La cantidad de animadores que estuvieron involucrados en el proyecto era ENORME, y aún con todo esto, el proceso de producción duró cuatro años y medio, un tiempo muy por encima de la media en aquella época. La historia original era poco ortodoxa también, no era un musical, no seguía al típico protagonista Disney y no tenía una estructura clásica. No era el típico film familiar de Disney más de lo que era una clara cinta de acción/aventura. Era distinta, y eso es algo que no siempre ha funcionado para Disney, ¿no? El Caldero Mágico y Atlantis son claros ejemplos de ello.

¿Qué hizo Disney entonces? Glen Keane fue uno de los animadores de la cinta, una leyenda viva que hace poco hizo su debut como director con la película animada: Over the Moon (disponible en Netflix). Él, mejor que todos nosotros, tiene alguna idea de que fue lo que pasó con El Planeta del Tesoro:

"Puse mi corazón y mi alma en crear a ese personaje [Silver]. Además, tan solo la conexión de la animación por computadora con la tradicional en un solo personaje me hizo sentir que estaba definiendo todo lo que era como animador - Luego, tuve que ver todo eso sacrificado en una batalla política entre Michael y Roy en aquel entonces, donde [la película] fue segregada como un fracaso a las dos semanas [de estrenada]. Nadie la fue a ver. Tengo que decirlo, es una de las películas animadas más bellas que hay." 




Antes de explicar brevemente a que se refiere Keane cuando habla de "la batalla política de Michael y Roy", creo que es importante hablar del contexto general de la industria de esa época. El Planeta del Tesoro estaba siendo estrenada en medio de un terreno cargado de incertidumbre respecto a la animación tradicional. Del 2000 al 2004 se produjeron las que serían las últimas cintas hechas por Disney en este formato (exceptuando La Princesa y el Sapo, que vendría tiempo después), y estas fueron: Las Locuras del Emperador, Atlantis, Lilo & Stitch, El Planeta del Tesoro, Vacas Vaqueras y Tierra Osos. Salvo Lilo & Stitch, muchas de estas películas no fueron particularmente bien recibidas por la crítica o la taquilla ¿por qué? bueno, quizá la audiencia estaba cambiando, y con ella, el estudio. Disney había encontrado dos caminos claros para la animación en ese entonces, el primero era uno que conducía a las secuelas animadas para DVD de sus clásicos (una forma de exprimir dinero de franquicias queridas antes de que cambiaran de táctica y pasaran a los remakes) y el segundo camino conducía a la animación hecha por computadora, llevada a la gloria por su compinche Pixar. Varias de las cintas animadas de forma tradicional antes mencionadas, llevaban en pre-producción algún tiempo ya, así que el estudio esperó a finalizar sus deberes con ellas para poder pasar la página y dejar de producir en el formato. Muchas de estas películas habían dejado atrás el estilo "opera musical" característico de la era dorada del estudio, y se habían convertido en cintas que -para bien o para mal- eran bastante originales, cosa que funcionó en algunos casos (Lilo & Stich) y en otros no (Vacas Vaqueras, Tierra de Osos, Atlantis, etc.). Disney, como negocio, ansiaba que todas sus cintas fuesen éxitos, claro, pero no estaba dispuesta a derrochar un centavo más en una propiedad sin potencial futuro, y ahí es donde entra el Planeta del Tesoro y su campaña de marketing.

Lilo & Stitch fue estrenada en junio, entrando en la temporada de verano de Estados Unidos (ventana donde los estudios ponen sus potenciales éxitos) y con una campaña de marketing ostentosa: seis meses antes del estreno del filme ya tenías spots de Stitch jodiéndole el baile a Bella y Bestia o volando en la alfombra voladora con Jazmín. Brillante, simplemente brillante. Una campaña publicitaria que no solo comunicaba el tono de su personaje y de la película que protagonizaba, sino que también dejaba en claro que íbamos a ver algo que era parte del legado de Disney, un clásico contemporáneo. ¿El Planeta del Tesoro? bueno... su campaña fue bastante mediocre, con adelantos que no comunicaban absolutamente nada de la historia de la cinta (apoyándose severamente en el apartado visual), o peor aún, que se iban al otro extremo y SPOILEABAN TODA LA MALDITA PELÍCULA. ¿Quieren saber que es lo más trágico? Tanto Lilo & Stitch como El Planeta del Tesoro se estrenaron el mismo año (2002), pero mientras la primera fue estrenada en la temporada de verano, la segunda fue estrenada en navidad, compitiendo directamente con Harry Potter y Santa Clausula 2... si, Disney la puso a competir con otra de sus películas. La realidad, es que el estudio no tenía fe en la cinta, sobre todo luego del fracaso monumental de Atlantis, con la que compartía ciertas características tonales.




A las dos semanas de estrenarse con una recepción bastante tibia, Disney tiró la toalla y dejo de marketear la cinta por completo. De nuevo: no estaban dispuestos a gastar un solo centavo en una propiedad que estaba muerta. Otra razón no menor, era el pre-acuerdo que existía para una secuela desde hacía algún tiempo (incluso ya se había casteado a Willem Dafoe como futuro antagonista), pero ¿por qué Disney querría ir en esa dirección si cintas hechas por computadora como La Era de Hielo o Monsters Inc. estaban generando muchos más millones? ¿Qué mejor manera de quebrar el acuerdo de la secuela que dejando morir la primera cinta desde un inicio?

Todo este desastre ocurrió en medio del famoso enfrentamiento entre Roy E. Disney (sobrino de Walt) y Michael Eisner, CEO de la compañía. Roy había ayudado a poner a Eisner en la posición en la que se encontraba años atrás, pero con el pasar del tiempo, llegó a arrepentirse de su decisión al sentir que se estaba manejando pobremente el legado de su tío, sobre todo con la línea de la animación y los parques de diversiones. Toda esta disputa de poderes culminaría en 2005, tras la salida oficial de Eisner y varias sacudidas en la industria. Como dato extra, Michael Eisner fue el responsable de que el presidente de la compañía, Jeffrey Katzenberg, dejara Disney tras haberle negado un merecido ascenso. Esto llevó a que Katzenberg forme una alianza con Steven Spielberg y David Geffen para fundar Dreamworks Animation Studios (¿alguna vez se han preguntado porque Shrek parece casi burlarse de todo lo que Disney representaba?). A todo esto, la partida de Katzenberg marcó otro imprevisto importante en el desarrollo de El Planeta del Tesoro, ya que para cuando la película se estrenó, como él, muchas otras personas que habían confiado en el proyecto ya habían dejado la compañía.

¿Por qué Disney eligió marketear bien una película como Lilo & Stitch y no hacer mucho esfuerzo con El Planeta del Tesoro? Podríamos decir que Stitch era una mascota mucho más rentable, con gran potencial de merchandising y proyectos secundarios, como secuelas para DVD o una serie animada, que eventualmente tuvo. El Planeta del Tesoro no tanto. ¿Hubiese cambiado algo si Disney se hubiese arriesgado? quizá, con mejores adelantos, una mejor campaña y más voluntad, la cinta podría haber trascendido más allá de su triste resultado final... pero también creo que fue mala suerte. Claramente la audiencia estaba buscando algo más. De cualquier forma, no todo son malas noticias, ya que al menos Ron Clements y John Musker pudieron hacer la película que querían sin perder su credibilidad en el camino, digo, los tipos tenían un historial de éxito bastante impresionante, así que posteriormente pudieron dirigir La Princesa y el Sapo y Moana.

Quizá cuando Disney se quede sin películas para hacer remakes, veamos un live-action de El Planeta del Tesoro, pero hasta entonces, vamos a deprimirnos un poco viendo un poco de arte conceptual de la secuela cancelada:










El Planeta del Tesoro era una de mis cintas favoritas de mi infancia por razones que no puedo comprender. Soy consciente que no es lo mejor que ha parido Disney en su historia, o incluso lo mejor de los tempranos 2000's (Lilo & Stitch me sigue pareciendo muy superior), pero hay algo especial con la película que me cuesta describir. Un sentido de aventura más adulto que el de Atlantis, quizás, un protagonista mucho más humano y real, un apartado visual impecable para la época y una banda sonora que todavía consigue moverme emotivamente hasta el día de hoy (Alex Ubago, te odio). El Planeta del Tesoro no es perfecta, pero muchos clásicos no se convierten en clásicos por serlo, sino por la forma en la que conectan con su audiencia, y en ese sentido, creo que muchos de los peores fracasos de Disney se han convertido es piezas fundamentales de su historia, ganando una nueva audiencia con el pasar de los años. Si no le has pegado una visita a Jim y compañía en algunos años, quizá ahora sea un buen momento para hacerlo. 


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4 comentarios:

  1. Qué magnifica entrada. Me llegó al corazón una lectura tan grata respecto a una de mis películas favoritas, lamento en el alma que no haya tenido la recepción que merecía. Considero que estaba, en cierto modo, adelantada a su tiempo. Fue muy incomprendida. A mi parecer, tiene un universo muy rico que valía la pena ser explorado. La historia y desarrollo de los personajes me resultó conmovedor, ni hablar del arte y la música. Gracias por haberle dedicado este análisis. Saludos!

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    1. Gracias a ti Luciel por haberla leído, me alegra que te haya gustado. Creo que los años le han hecho justicia a la película, y al igual que Atlantis, ha ganado un sequito de fans bastante fiel. Esperemos que eventualmente Disney haga algo con esta propiedad.

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  2. Me gustaría escribir una historia basada en este mundo que tendría que hacer

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