Spike Lee no ha parado de hacer cine desde que comenzó en el 83', dejando una profunda huella en la historia del séptimo arte y la cultura afroamericana para siempre. Claro que todos los dioses sangran de vez en cuando, y Spike no es distinto. Tras el fiasco critico y comercial del remake de Oldboy (fantástica película coreana que deberías ver ahora mismo) y un par de películas que se alzaron y cayeron sin pena ni gloria, Blackkklansman se convirtió en la cinta que volvió a poner al realizador en el podio. La película llegó hasta el Oscar y revitalizó un mensaje que Lee ha predicado desde el inicio de su carrera: "La lucha no ha terminado." Hay más que contar después de que el príncipe azul se casa con la princesa, y más que contar después de los créditos en las películas Hollywoodenses donde la gente de color triunfa y todos viven felices por siempre. ¿No son lindos los cuentos de hadas? las atrocidades cometidas por Estados Unidos desde sus orígenes como nación, las luchas libradas y la sangre derramada, nos han traído aquí... a un 2020 donde nada parece haber cambiado. La lucha no ha terminado, y así como en Blackkklansman vemos a la sangre joven en pie de guerra, en Da 5 Bloods contemplamos las heridas que quedan como consecuencia de una vida de batallas.
"Cuatro excombatientes afroamericanos -Paul (Delroy Lindo), Otis (Clarke Peters), Eddie (Norm Lewis) y Melvin (Isiah Whitlock, Jr.)- regresan a Vietnam en busca de los restos del jefe de su escuadrón, caído en combate (Chadwick Boseman), y la promesa de un tesoro escondido."
La trama se desenvuelve con cautela en su primera mitad, tomándose su tiempo antes de introducir a los protagonistas en la jungla. Este tiempo nos permite entender su dinámica, los profundos lazos que los unen y conocer exactamente que fue lo que vivieron en Vietnam, una guerra que los tragó, pero que no los escupió cuando volvieron a la normalidad, por lo que quizá regresar al lugar donde empezó todo podría cerrar el ciclo de una vez por todas. Ser testigos de este viaje es la principal fuerza que guía la historia, ver como los personajes entran en la oscuridad y las ganas de saber como saldrán de ella al final de todo, ¿en paz? ¿o más dañados que antes? la fuerza que los guía es una de frustración y cólera hacía una guerra que los hizo cometer atrocidades y luchar por un país donde eran marginados. Esos traumas son difíciles de vencer, aunque si lo logran y se van cargados con oro, sería una merecida retribución, ¿no? ¿Qué podría salir mal?
Una parte de los personajes muere en la guerra, algo representado -literalmente- con el personaje de Chadwick Boseman (Norman). El quinto hermano y, a los ojos de sus camaradas, el mejor de ellos. La juventud que se perdió. Al igual que el oro, recuperarlo es un símbolo de justicia. Boseman es el corazón del filme y su actuación no decepciona. En realidad ninguna de las actuaciones lo hace, ya que estamos en ello. Todos y cada uno de los protagónicos cumplen a sobremanera, convenciéndonos de su larga amistad con cada pequeña interacción, algo que cimenta toda la película y que, de no funcionar, desplomaría toda la narrativa. Palmas aparte para Delroy Lindo (Paul), quien tiene el personaje más trágico, con más matices y peso escénico del equipo protagónico. Voy a ser osado, pero espero realmente ver algunas nominaciones para él llegado el momento.
Técnicamente, la película es impecable. El cambio de aspect ratio que se usa para diferenciar el pasado del presente no incomoda y la música es S-O-B-E-R-B-I-A (Time has come today no ha dejado mi cabeza desde que vi la película, ayuda). Hay también una larga lista de referencias a algunas películas clásicas del cine bélico: Rambo, Platoon y Apocalypse Now, la obra maestra de Francis Ford Coppola. Con esta última, las referencias visuales van desde "cierto plano de una barca ascendiendo por un rio" hasta una suerte de fiesta temática con en titulo de la cinta en medio del encuadre. Esto no es gratuito, claro, ya que hay un hilo fino que une las temáticas de ambas cintas: un viaje al corazón de la jungla Vietnamita, que termina por deconstruir la psicología de sus personajes.
Una elección artística/narrativa de Spike Lee con la cinta (que quizá sea el punto mas controversial para algunos) es la integración de material real en el metraje. Aunque a diferencia de Blackkklansman, aquí de manera mucho más prominente y cruda. Una cachetada visual necesaria para solidificar el mensaje de que Vietnam fue... bueno, una mierda, pero algo que quizá afecte a los más sensibles con algunas imágenes. Una involucra a un niño pequeño por ejemplo, y es probablemente la más densa de todas. No es sencillo de ver, pero creo que ese es el punto.
En tanto a negativos, tengo muy pocos la verdad, así que voy a ponerme en modo pesado y rebuscar. La duración sería el principal, no porque la cinta sea "muy larga" sino porque no sostiene el conflicto durante todo ese tiempo, perdiendo el rumbo narrativo brevemente entrando en la segunda mitad, solo para recuperarlo en el tercer acto. Mi interés recaía enteramente en la intimidad que comparten los protagonistas, por lo que cuando la trama se dilató y se añadieron más elementos externos, entre personajes secundarios y piezas de acción, mi interés empezó a decaer poco a poco.
Quizá el aspecto mas potente del film sea el hecho de que parece haber sido filmada la semana pasada. El contexto en el cual ha sido estrenada no es el ideal, pero es uno que calza a la perfección con el mensaje de Da 5 Bloods, tanto así que duele. Spike Lee puede tener posturas controversiales de vez en cuando (sus recordadas riñas con Tarantino son algunas de las más sonadas), pero el tipo es un peso pesado no solo como artista, sino como símbolo de la cultura afroamericana, poniendo a trabajar a mas gente de color en la industria que cualquier otro director. No solo actores, sino equipo técnico y demás. Su lucha es una huella impresa en cada una de sus películas, y probablemente lo seguirá siendo hasta que el final de sus días, tal y como lo hace cada uno de sus personajes.
Da 5 Bloods es una película sólida, entretenida y con corazón, con excelentes actuaciones y un mensaje más importante que nunca. Su duración le juega una mala pasada que dura poco y que no arruina el hermoso viaje emocional de estos cuatro amigos en un viaje hacía el Vietnam de sus pesadillas. Cruda, real y fantástica en proporciones iguales, honesta y agresiva, emotiva y divertida. Spike Lee está en una racha ganadora. Si tienes una suscripción a Netflix, no hay excusas para no verla.
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